L'esbudellador de Whitechapel: crónica negra en el Raval

 “Si algú assassina, una moneda

Si algú fa el boig, una moneda als seus dits

Si hi ha un segrest, una altra moneda

Sobre tot, sobre tot, si hi ha sang i crits”

(L’esbudellador de Whitechapel)

Podéis oír nuestra entrevista a Roger Borrull en el programa Generació 7.0 de 7 de ràdio haciendo clic aquí. A partir del minuto 1.32!

¿Quién era Jack el destripador? Un nuevo libro asegura que el asesino en serie que sumió en el terror al Londres de finales del XIX era un inmigrante polaco de 23 años llamado Aaron Kosminski, que en la época fue considerado sospechoso.  Pero… ¿eso realmente importa?

Tanto para la prensa de esa época como para la actual la verdadera identidad de Jack no es más que una anécdota. Lo verdaderamente importante es pensar que durante muchas noches alguien fue por las calles marginales de Londres matando y destripando sin piedad a prostitutas. 

Por la oscuridad de la historia  y porque nos encantan los musicales, es una buena noticia saber que ahora y hasta octubre se puede ver en el Teatro del Raval un nuevo musical sobre el viejo Jack The Ripper.

Este pequeño teatro repite el éxito de La Vampira del Raval, Goodbye Barcelona o Germans de sang con una obra dirigida por Oriol Estefanell y Marga Parrilla.

En resumen, el musical es una buena obra por tres razones: por su música y sus canciones, por sus intérpretes y sus voces, y porque explota un género poco desarrollado en Barcelona: los musicales oscuros al estilo Sweeney Todd. 

La interpretación es un punto fuerte de la obra ya que todos los actores cantan, bailan e interpretan muy bien. Aún así, en el apartado interpretativo es importante destacar el papel de Clara Altarriba, que da vida al personaje que más evoluciona en el transcurso de la obra, Mary Kelly, y a Mireia Casado, que interpreta a Tommy, un niño muy gracioso y que dinamiza la obra. Además, es necesario destacar la interpretación de Roger Borrull, a quien habíamos visto anteriormente en Boig per tu, donde para nuestro gusto su papel era demasiado corto. En la obra también aparece Mónica Portillo, que interpreta a Vicky, y Víctor Genestar, en el papel de Robert Openshaw.

La música es en directo y está interpretada por un piano, un violín, un clarinete, un contrabajo y un violonchelo que, situados enfrente del escenario, forman parte del espectáculo. No nos olvidamos de la escenografía, de Ramón de los Heros, muy sencilla, y del vestuario, creación de Giulia Grumi.

La obra es, en resumen, un homenaje a la crónica negra y al sensacionalismo y al morbo que despierta este tipo de historia. El espectador realiza un recorrido por la vida de tres grandes personajes, sus secretos, miedos y alegrías. El viaje acaba como todos los grandes musicales, con una reflexión sobre la vida.