“Vamos
a ver qué encontramos
en
esta agendilla de teléfonos, nunca se sabe
Marta,
María del Mar, Ana, ¿Elena estará?, no sé
Pero
voy a pasármelo bien”
(Voy a pasármelo bien; Hombres G)
1985. En la radio sonaba Devuélveme a mi chica, una canción que en
poco tiempo se había convertido en uno de los temas musicales más escuchados
del momento. Sus autores eran David Summers, Rafael Gutiérrez, Daniel Mezquita
y Javier Molina, cuatro chicos que se habían juntado bajo el nombre de Hombres G con el objetivo de triunfar en
el mundo de la música. Su estilo, una mezcla de pop y rock, fue calando entre
los jóvenes de la época y en pocos meses se convirtieron en un fenómeno musical
que aún perdura. Siguiendo el ejemplo de producciones como Hoy no me puedo levantar, Cop
de Rock o Boig per tu (los dos
últimos como ejemplos de éxitos dentro de la escena catalana), el Teatro Compac
de Madrid acoge desde el pasado 10 de octubre el musical Marta tiene un marcapasos. Y, a juzgar por el éxito obtenido en
apenas tres semanas, lo más seguro es que vaya para largo.
La obra cuenta la historia de Marta,
una chica que viaja de Méjico a Madrid para encontrar a su padre. Esta aventura
le depara otra sorpresa, ya que Marta descubre lo que es el amor al conocer a
Nico, el chico tímido que trabaja en el chiringuito de su padre. Pero hay un
problema: Marta está enferma del corazón y desde pequeña tiene que llevar un
marcapasos. Cualquier emoción fuerte puede ser fatal y, ante esta situación,
enamorarse es precisamente la peor opción.
Bajo la dirección de Borja Manso, un
total de 25 artistas se suben al escenario para interpretar veinte grandes
éxitos del conocido grupo español, entre los que se encuentran canciones tan
conocidas como Venezia, Temblando, Lo noto, Voy a pasármelo bien,
Te quiero o la misma Marta tiene un marcapasos, que da título
al musical. Marc Parejo, Claudia Longarte, Leandro Rivera, Tony Bernetti,
Gloria Aura y Rocío Madrid son algunos de los protagonistas de esta comedia
musical en la que el amor y la superación de las dificultades que depara la
vida ocupan la temática central.
Un
elenco joven
Con un argumento fresco que invita al
público a cantar y a divertirse a lo largo de sus más de dos horas de duración,
Marta tiene un marcapasos apuesta por
el talento joven y, en ciertos casos, novel para contar una historia cuya
principal baza es la conexión que se establece desde el primer momento entre
público e intérpretes. Cabe destacar el trabajo realizado por Leandro Rivera,
una cara habitual de la escena madrileña pero que en Barcelona es aún bastante
desconocido. Rivera consigue meterse en el bolsillo a los asistentes, que ríen
y se emocionan con él según toque en cada escena, y es el que sin duda más
aplausos se lleva al final de la función.
Con Marta tiene un marcapasos, la Gran Vía madrileña suma otro musical
a su ya de por sí larga lista de producciones de este género que se han
representado en ella durante los últimos años.
Una creación apta para todos los
públicos en la que cobran especial importancia las redes sociales, con las que
se les da a los espectadores y a los twitteros habituales un papel clave en la
promoción del musical que permite recibir su feedback de manera mucho más
fácil, clara e instantánea. Un recurso aún poco explotado en los escenarios que
sin duda resulta muy acertado para continuar fomentando este arte.
Marta tiene un marcapasos no es una obra para reflexionar pero sí para pasar una noche divertida recordando y cantando temas que, quién más y quién menos, ha cantado y bailado alguna vez.
la recomiendo!! han conseguido su fin...pasárselo bien!
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