Somni: una fábula sobre el amor

“La teva olor és casa meva”

(Somni)

Neus se ha quedado sin casa. Como cualquier chica, sueña con que su pareja, Isak, le proponga irse a vivir juntos pero él, acomodado en el piso de su madre, no está por la labor. Su amigo Jose, en cambio, le entrega las llaves de su casa sin pensárselo dos veces. Está totalmente enamorado de ella pero, a pesar de los esfuerzos, no logra acabar con esa imagen de amigo fiel que tiene para Neus. Una percepción totalmente contraria a la de Alba, que ve en Jose al hombre de su vida. En cambio, para él, Alba es solo esa chica con la que pasa buenos ratos cuando los dos se sienten solos y tienen ganas de divertirse. Por si esto fuera poco, se unen al grupo dos personajes más. Se trata de Alba y Òscar, un matrimonio joven que, a pesar de quererse, no pueden evitar ver como sus vidas se dirigen por caminos diferentes. Los seis forman “La Banda”, una compañía de teatro cuyos problemas personales empiezan a poner en peligro el estreno de Píramo y Tisbe, su próxima obra. Después de esta premisa inicial, ¿quién se atreve a entrar en Somni?

Neus Bernaus, Isak Férriz, Jose Pérez, Alba Pujol, Alba Florejachs y Òscar Muñoz son los protagonistas de Somni, la obra que desde el pasado 7 de febrero y hasta el próximo domingo 3 de marzo se representa en el recinto artístico barcelonés La Seca Espai Brossa. Mercè Vila Godoy es la encargada de dirigir el texto, una versión moderna de la obra de Shakespeare Sueño de una noche de verano cuyos protagonistas se enfrentan a situaciones que empiezan a ser muy habituales en nuestro día a día.

Y es que temas como la crisis, la emigración de los jóvenes hacia otros países en busca de un futuro mejor y la corrupción política se introducen en los diálogos de los protagonistas para envolver la comedia de enredo de la trama principal, cuyo centro son los líos amorosos entre amigos. ¿Simplicidad argumental? Podría ser. Pero es una simplicidad que gusta y que no defrauda porque nos convierte en voyeurs de una historia que podría ser real. De hecho, nosotros mismos podríamos protagonizarla. Y eso nos atrae hacia la trama y hace que nos reconozcamos en muchas de las reacciones de cada uno de los personajes. Esta identificación no es sólo producto del texto y de los diálogos que presenta la obra, sino que los mismos actores son los responsables al dotar a cada una de las escenas de esa naturalidad y cercanía que necesitamos para reconocernos.

Cabe destacar la actuación de Alba Florejachs quién, una vez más, vuelve a demostrar que nos encontramos ante una de las actrices más polifacéticas del nuevo panorama teatral catalán. Florejachs sale al escenario pisando fuerte, transmitiendo al público esa seguridad y confianza con la que en un minuto es capaz de convencer al espectador más escéptico de que lo que va a ver a continuación le va a gustar.

Una historia fresca y divertida, una banda sonora “hecha en directo” por los mismos protagonistas y mucho talento. Somni es un compendio de esto y mucho más. Porque... ¿a quién no le gusta salir del teatro con una sonrisa?