“Three blind mice. Three
blind mice. See how they run, see how they run. They all ran after the farmer’s
wife, who cut off their tails with a carving knife, did you ever see such a
sight in your life, as three blind mice”
(The three blind mice, canción infantil)
Suspense, intriga, entorno
lúgubre y vintage, claustrofobia y pequeñas dosis de terror. Estos son los
ingredientes que definen la obra La
Ratonera, que se representa actualmente en el Teatro Reina Victoria de
Madrid y que, después de tres temporadas en cartel, continua cosechando éxitos entre
público y crítica.
Inspirada en la obra original de
Agatha Christie The blind mice and other
stories, el argumento de La Ratonera
sitúa la escena en un pequeño hotel de las afueras de Londres regentado por un
joven matrimonio. Desde el inicio, el público sabe que se va a producir un
crimen pero desconoce quién será el gato y quién el ratón. Las únicas pistas
existentes son una anciana muerta en extrañas circunstancias y una siniestra
melodía que dice:
“Un ratón, y otros dos, corren los tres, ciegos sin ver…”
Los sospechosos son el matrimonio propietario, interpretado por Ana Turpin y José Troncoso, y sus cinco
inhóspitos huéspedes, unos personajes que se identifican claramente con los
estereotipos propios de cualquier novela de misterio e intriga. Una vieja
huraña, encarnada por Arantxa de Juan, un amable militar retirado al que da vida
Álvaro Roig, un estudiante lunático y mujeriego, con un acertado Guillermo Muñoz, un extranjero rico y entrometido, Javier
Losán, y una joven liberal y misteriosa
interpretada por Aroa Gimeno son los protagonistas de una historia en la que el
espectador, ayudado por un inexperto y despistado inspector, irá sospechando de
todos y de cada uno de los implicados como si de un juego de mesa se tratara.
Novela negra: Un género por y para todos
Tal y como afirmaba Raymond Chandler, la
novela negra es la novela del mundo profesional del crimen, un
género desprestigiado por muchos escritores célebres debido a su carácter
popular y su lenguaje simple y sencillo. Su nacimiento se produce en las
primeras décadas del siglo XX y tiene como representantes a escritores tan
nombrados como Carroll John Daly, Raimond Chandler o incluso algunos más
recientes como Arthur Conan Doyle, Andrea Camilleri y Donna Leon. Violencia,
miedo y oscuridad son los principales rasgos de este género, del que se pueden
encontrar múltiples variantes. La novela detectivesca es quizá la más
importante de ellas, corriente que inevitablemente está ligada al nombre de la
escritora británica Agatha Christie.
Agatha Christie, reina del misterio
Con una prosa sencilla pero
contundente, la literatura de Agatha Christie es conocida universalmente por la
intriga y el suspense característicos de sus historias. Aunque su fama es
consecuencia de los misterios y crímenes presentes en los 81 libros que publicó,
Christie es también la autora de 15 obras de teatro, entre las que destaca
precisamente La Ratonera. Lectora
empedernida y apasionada del teatro, los textos de William Shakespeare eran sus
obras teatrales preferidas.
En sus obras, siempre juega a
confundir al espectador enredando tramas y personajes a conciencia y haciendo
que el asesino sea siempre aquel que parece más inocente. La propia Agatha había confesado que
disfrutaba llenando sus novelas de pistas falsas con la finalidad de enredar al
lector.
Escritora detallista, utiliza
referencias culturales y populares de la época. Las canciones infantiles son un
recurso que la
reina del suspense usa para crear un ambiente tenebroso. En La Ratonera,
por ejemplo, el asesino deja escritas las notas de la canción infantil Three blind mice - los tres ratones
ciegos.
Tan importante como el humor, la
intriga y el suspense de La Ratonera
es el escenario en el que se desarrolla. En la obra que se puede ver estos días
en el Teatro Reina Victoria de Madrid todos y cada uno de los elementos del
escenario recuerdan a la Inglaterra de Agatha Christie y a la época de sus
libros.
Atrapados por la nieve
La obra empieza a oscuras, con el
primer asesinato. Una radio antigua hace
de vínculo entre la gran ciudad de Londres y el pequeño hotel de las
afueras. Durante toda la obra el
suspense se muestra al espectador a través del juego de luces, oscureciendo la
escena para crear ambiente o enfocando a los sospechosos en los soliloquios.
El decorado es siempre el mismo y
el reducido espacio hace que el espectador se sienta realmente atrapado en una
ratonera. El escenario principal es la recepción del hotel, presidida por un
enorme ventanal desde donde se divisa cómo la nieve aísla poco a poco a los
huéspedes. Dos escaleras a la derecha y
dos puertas a la izquierda permiten el movimiento en escena de los pintorescos
habitantes de La Ratonera.
La obra ostenta en Londres el
record de función con mayor número de representaciones continuas. Se estrenó
por primera vez en Londres en 1952 y desde entonces ha permanecido en cartel
ininterrumpidamente 60 años, hasta la actualidad. Un argumento de peso para
visitar La Ratonera madrileña.
interesante
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