Cuentos cruentos: ¿Cuál es la moraleja?

“Juzgar con mucha dureza

No debe ser cosa sana

Porque en verdad todos somos

Muñecas de porcelana”

(Cuentos Cruentos; Hugo Guzmán)

A los amantes de los cuentos para adultos como los de Edgar Allan Poe o Ana María Matute - por citar algún referente -  no hace falta explicarles que algunos relatos breves no son para niños. Los autores de relatos para mayores tienen la capacidad de explicar problemas de adultos de manera oscura, irónica y con un punto infantil que en la edad adulta todos añoramos. Cuando lees a Ana María Matute puedes reflexionar sobre temas transcendentales y a la vez recordar tu propia infancia. Con Edgar Allan Poe evocas temas aparentemente normales que te asustan y que nunca hubieras imaginado que pudieran hacerlo. En ambos casos se trata de historias que de pequeño no entendías. Historias para adultos que no van a lo fácil, no hablan de sexo, de política o de drogas… son algo más.

Cuentos cruentos, que se puede ver en el Teatro Gaudí de Barcelona los martes y los miércoles a las 20:30h,  es una obra que te devuelve a la infancia de una manera especial y que se dirige a los adultos aportándonos algo más que la risa fácil del monólogo. En esencia es un musical que se mueve entre la comedia oscura clown y la reflexión. La obra, protagonizada por los actores y cantantes Mariona Ginès, Albert Bolea y Joan Rigat, se basa en un libro de poesía divertida del mismo título escrito por Dino Lanti. El autor crea cuentos propios cogiendo como fuente referencias de relatos infantiles como Blancanieves y los siete enanitos o Alicia en el País de las Maravillas, elementos de la infancia como la famosa Barbie, la gameboy o los clicks de Playmobil y cuentos filosóficos como la metamorfosis de Kafka. El resultado de la adaptación teatral es un texto muy bien conectado que se acompaña de una banda sonora en directo.

Cuentos con banda sonora propia

Hay que hacer una especial mención a la música en directo de la obra. Las historias tienen como principal elemento conector la música de cuerda interpretada en directo por un cuarteto muy especial: VO Quartet. Se trata de cuatro chicas, Rebecca Macauley (viola), Kirsten Tinkler (violín), Naomi Wedman (violín) y Sandrine Robilliard (violoncelista), que siguen estilos musicales muy variados. Sus piezas van desde el folk irlandés y escocés a la música gitana tradicional, pasando por piezas clásicas y el jazz. Individualmente, cada una de ellas tiene un vínculo con otras artes escénicas como el teatro, el circo, la danza y el cabaret. Es por eso que son parte importante de la obra también de forma interpretativa ya que participan en algunas piezas como actrices. Sus canciones ayudan al espectador a conectar con el argumento. 

La fotografía de Cuentos Cruentos es otro punto fuerte.  En el escenario se representa una amalgama de estilos que parecen difíciles de combinar pero que en este caso funciona muy bien. Los actores utilizan una estética clown y peinados extremos que combinan con mallas de colores y elementos infantiles como narices de cerdito y otros disfraces.

El teatro que evita el 3D triunfa en Barcelona

La obra está interpretada por la compañía Teatro Calánime y antes ya se había representado en el espacio Nau Ivanow, una sala pequeña que, de la misma manera que el Teatro Gaudí, permite la proximidad con el espectador. En los últimos años se ha aprovechado este tipo de espacios para ofrecer al público algo más que el clásico teatro en tres dimensiones. Esto se aprovecha bastante en Cuentos Cruentos, donde existe un juego muy inocente y elegante con el espectador que permite la interacción entre público e intérprete y que hace que la gente se sienta parte del espectáculo. Los asistentes tienen en todo momento la sensación de estar viendo algo en cuatro dimensiones.

En los tiempos que corren, ir a ver Cuentos Cruentos se convierte casi en una inversión cultural. Al salir de la sala el espectador tiene la sensación de haber aprovechado bien su entrada ya que se trata de una pieza que combina todo lo que consideramos necesario para triunfar esta temporada encima del escenario: calidad, originalidad y proximidad. En resumen, Cuentos Cruentos es una visión irreverente y contemporánea de viejas historias interpretada por grandes voces, estética romántica y oscura y música en directo que transporta y transmite felicidad.